El profesor de filosofía y académico Emilio Lledó nos regala, en forma de palabra escrita, unos diálogos enriquecedores que mantiene con el también profesor Manuel Cruz.
Entre los temas que tratan ambos estudiosos de la filosofía, la admiración por la naturaleza queda reflejada desde la primera página del libro «Pensar es conversar», cuando Emilio Lledó recibe la pregunta inicial: «¿Por qué decidió estudiar la carrera de Filosofía?».
Esta es la respuesta sabia que nos devuelve el gran pensador:
«EMILIO LLEDÓ: Es una buena pregunta. Porque de niño, como es natural, yo desconocía qué era filosofía, pero sí me daba cuenta, durante los años de la enseñanza media, de que había una serie de temas que me interesaban como adolescente: el no engañar, qué era la verdad, qué es el mundo y cómo se presenta.
Me llamaba mucho la atención, por ejemplo, que a los árboles en el invierno se les cayeran las hojas y que a la llegada de la primavera el verde explotase. Eso me sorprendía tanto que aún ahora, cuando acaba el invierno, continúa asombrándome el contemplar los árboles de mi calle sin hojas y, de pronto, un día, al asomarme a la ventana, descubrir que hay un intenso verdor en ellos. Y me maravillo como si tuviera quince años, y pienso en lo que es la naturaleza -ese descubrimiento en los orígenes de la filosofía griega- y en el abandono en que la tenemos sumida, porque estamos habituados a olvidarnos de lo que es esa fuerza prodigiosa que nos circunda y, también, de lo asombroso que es nuestra propia naturaleza, nuestro cuerpo, porque somos iguales a esos árboles; solo que carecemos de un tronco y unas ramas que nos hagan florecer aunque, como estos, nosotros también nacemos, crecemos y después desaparecemos».
Y en unas páginas más adelante nos vuelve a descubrir la esencia del ser humano:
«Y es que la sustancia verdadera de lo que somos es la tierra, el agua, el fuego o, sin ir más lejos, el aire que respiramos, porque solo con que faltara un único día en nuestro mundo, adiós a todos; porque lo que somos en realidad es naturaleza».
Para leer más:
Emilio Lledó y Manuel Cruz (2015): «Pensar es conversar. Diálogo entre dos filósofos».