Existen distintas formas de evaluar si la sociedad avanza en el camino de la sostenibilidad o se distancia de él. Una de esas vías de evaluación es la aplicación de indicadores como es el de la productividad de los recursos, que nos permite conocer en qué grado es eficiente una economía respecto al empleo de recursos materiales.
Se define la productividad de los recursos como la relación que existe entre el Producto Interior Bruto (euros en precios constantes) generado en una economía y la cantidad total de kilogramos de recursos materiales (biomasa, minerales metálicos, combustibles fósiles, minerales no metálicos) directamente empleados en la misma.
Es una medida importante de desarrollo sostenible que nos informa de si existe un desacoplamiento entre crecimiento económico y empleo de recursos, es decir, si desde una perspectiva temporal la actividad económica evoluciona con mayor o menor intensidad que lo hace el consumo de recursos materiales.
Según los últimos datos disponibles de Eurostat, durante el periodo 2000-2015 en la Unión Europea (UE-28) la actividad económica se ha incrementado un 20,3%, para llegar a cifrarse en 13.420.500 millones de euros en el año 2015. Por su parte, el consumo de materiales, que alcanzó los 6.707,5 millones de toneladas en 2015, presentó una reducción del 11,2% en dicho periodo.
Por lo tanto, la productividad de los recursos en la UE ha pasado de 1,48 euros/kg en 2000 a 2,00 euros/kg en 2015, lo que implica que ha mejorado un 35,4% durante el periodo 2000-2015.
Hay que destacar que se aprecian, no obstante, dos etapas diferenciadas, marcadas por la irrupción de la crisis económica en 2008. En un primer momento, en los años previos a la crisis, durante 2000-2008, la productividad mantuvo cierta estabilidad dado que el crecimiento económico y el consumo de materiales evolucionaron en paralelo. Con posterioridad al año 2008 el incremento del PIB trae consigo un menor crecimiento relativo del consumo de materiales, llegando a reducirse en mayor medida que lo hace la actividad en los peores años de la crisis (2009 y 2012).
Dentro de la UE el nivel de productividad de los recursos difiere de forma significativa entre los Estados miembros. Factores como las diferencias en la estructura sectorial de sus economías, en los niveles y modos de consumo y en los modelos energéticos explican en buena medida las divergencias que se detectan.
Así, en 2015 los mayores niveles de productividad de los recursos se registran en Países Bajos y Reino Unido (con 3,44 euros/kg los dos). Por el contrario, los menores niveles de eficiencia se observan en Estonia y Letonia (0,50 euros/kg ambos).
Desde un punto de vista temporal durante el periodo 2000-2015, los países que han visto incrementar más su productividad de los recursos son España y Chipre, con un aumento del 120,3% en ambos casos. En sentido opuesto, tres países redujeron su productividad de los recursos: Rumanía (un -35,8%), Estonia (-19,1%) y Malta (-7,6%).
Queda por confirmar si en los próximos años, sin fases recesivas de la economía, la senda favorable seguida por la productividad de los recursos se mantiene e incluso alcanza nuevos progresos.
Para más información: Eurostat