Albert Einstein (1879-1955), además de célebre científico, fue un gran humanista preocupado por el progreso y el porvenir del ser humano. No sólo se ocupó de la ciencia sino que, como plasmó en sus escritos, la curiosidad intelectual lo llevó a reflexionar sobre temas tan diversos como ética, paz, política, economía, filosofía, educación…
Traemos hasta aquí el siguiente fragmento de un texto que Albert Einstein escribió en 1934, con el que nos quiere transmitir el verdadero valor que ha de apreciar el ser humano por vivir junto con sus semejantes en sociedad, en la gran comunidad humana:
«Cuando revisamos nuestras vidas y afanes, pronto advertimos que casi todas nuestras acciones y deseos están ligados a la existencia de otros seres humanos. Percibimos que nuestro carácter es muy parecido al de los animales sociales. Comemos alimentos que otros han producido, vestimos ropas que otros han hecho, vivimos en casas que han construido otros. La mayor parte de nuestros conocimientos y creencias nos han sido comunicados por otras personas por medio de un lenguaje que otros han creado. Nuestra capacidad mental sería pobre, en verdad, sin el idioma; sería comparable a la de los animales superiores. Hemos de admitir, en consecuencia, que debemos nuestra principal ventaja sobre los animales al hecho de vivir en sociedad. Si se dejase solo al individuo desde el nacimiento, se mantendría en un estado primitivo similar al de los animales, en sus pensamientos y sentimientos, hasta un grado difícilmente imaginable. El individuo es lo que es y tiene la importancia que tiene no tanto en virtud de su individualidad como en virtud de su condición de miembro de una gran comunidad humana, que dirige su existencia espiritual y material de la cuna al sepulcro».
Para leer más:
Albert Einstein: Mis ideas y opiniones. Antoni Bosch, Barcelona, 2011.