
Carlos Marx (1818-1883) en su pretensión de dar con la ley de desarrollo de la sociedad de producción capitalista comienza su obra principal, El Capital, afirmando que:
«la riqueza de las sociedades en que impera el régimen capitalista de producción se nos aparece como un inmenso arsenal de mercancías y la mercancía como su forma elemental«.
Su investigación sobre el funcionamiento del sistema capitalista toma como punto de partida, por tanto, el análisis de la mercancía. A partir de su teoría del valor este economista vino a afirmar que:
«por ser todas las mercancías, consideradas como valores, trabajo humano materializado, y por tanto conmensurables de por sí, es por lo que todos sus valores pueden medirse en la misma mercancía específica y ésta convertirse en su medida común de valor, o sea en dinero. El dinero, como medida de valores, es la forma o manifestación necesaria de la medida inmanente de valor de las mercancías: el tiempo de trabajo«.
Y continúa Carlos Marx expresando que:
«el enigma del fetiche dinero no es, por tanto, más que el enigma del fetiche mercancía, que cobra en el dinero una forma visible y fascinadora».
Para leer más:
Carlos Marx (1867): El Capital.