
La selva no es solamente ese espacio natural de rica biodiversidad que desempeña un papel esencial en el equilibrio ecológico del planeta. También es capaz de transmitir belleza e inspirar a los creadores de las artes.
En el campo de las letras, uno de esos creadores fue el poeta cubano José Martí (1853-1895), precursor del modernismo literario hispanoamericano, cuya obra lírica incluye un poema que intituló «La selva es honda…». Con estos versos Martí nos devuelve toda la hondura de la selva que percibió tanto físicamente, con sus árboles de largas raíces y plantas trepadoras, como sensorialmente, a la par que la humaniza para hacérnosla más cercana.
La selva es honda. Corpulenta flora,
Como densa muralla, el aire fresco
Con sus perfumes penetrantes carga,−
Y el tronco gris, y el ramo verde vierten
Guirnaldas de moradas hipomeas.
Lamiendo el tronco,
Luengas raíces, de la azul laguna
Las anchas ondas perezosas besan,
Como mujer que, en ademán de ensueño,
Los senos recios adelante echando
Los brazos tiende al amador tardío.
Las verdes hojas prometiendo amores,
Murmuran; y en las ondas se reflejan,
Como los vivos que en la tierra corren
La dicha viendo, sin hallarla nunca,
Y las raíces, de su tronco esclavas,
Como el espíritu carnal arreo,
Con desperado aliento se sacuden;
Y, como el alma en los espacios mueve
Un ala, en tanto que en el tronco gime
El ala esposa, gemidora esclava,−
Al árbol alto reciamente juntos
Los blandos hilos en las ondas flotan.
Para leer más:
José Martí: Poesía completa. Alianza editorial, Madrid, 2013.
