La Carta Mundial de la Naturaleza: cinco principios generales

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En octubre de 1982 la Asamblea General de las Naciones Unidas aunó grandes esfuerzos para aprobar un documento claro y transcendental para la preservación de la Naturaleza en todas sus manifestaciones y, en última instancia, para el futuro de la humanidad. Se trata de la Carta Mundial de la Naturaleza de 1982Las ideas, principios y propuestas en ella recogidos con frecuencia están siendo olvidados por la fuerza de los hechos, a pesar de que son, en la actualidad, más necesarios que nunca.

La Carta Mundial de la Naturaleza queda estructurada, en primer lugar, y a modo de preámbulo, en una exposición de convicciones fundamentales que reconocen la necesaria armonía que ha de existir entre el hombre y la naturaleza, así como la imperiosa defensa de las diversas formas de vida. Seguidamente, el texto de la Carta se desarrolla a través de 24 artículos que recogen principios generales de conservación, funciones y la aplicación de los principios.

Cinco son los principios generales de conservación expresados en la Carta. Son los siguientes:

Respetar los procesos naturales

1. Se respetará la naturaleza y no se perturbarán sus procesos esenciales.

Salvaguardar la biodiversidad y los ecosistemas

2. No se amenazará la viabilidad genética de la tierra; la población de todas las especies, silvestres y domesticadas, se mantendrá a un nivel por lo menos suficiente para garantizar su supervivencia; asimismo, se salvaguardarán los hábitats necesarios para este fin.

Especies y ecosistemas terrestres y marinos

3. Estos principios de conservación se aplicarán a todas las partes de la superficie terrestre, tanto en la tierra como en el mar; se concederá protección especial a aquellas de carácter singular, a los ejemplares representativos de todos los diferentes tipos de ecosistemas y a los hábitat de las especies o en peligro.

Sostenibilidad de ecosistemas, especies y recursos

4. Los ecosistemas y los organismos, así como los recursos terrestres, marinos y atmosféricos que son utilizados por el hombre, se administrarán de manera tal de lograr y mantener su productividad óptima y continua sin por ello poner en peligro la integridad de los otros ecosistemas y especies con los que coexistan.

Naturaleza y paz

5. Se protegerá a la naturaleza de la destrucción que causan las guerras u otros actos de hostilidad.

 

Para más información:

Carta Mundial de la Naturaleza. 28 de octubre de 1982

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La Carta Mundial de la Naturaleza: convicciones fundamentales

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En el año 1982 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Carta Mundial de la Naturaleza. Se trata de un documento que aunque no vincula jurídicamente sí conlleva una obligación moral incuestionable para los Estados firmantes y para la humanidad en su conjunto. 

Ya desde su preámbulo en la Carta se exponen unas convicciones fundamentales que son el reconocimiento expreso de la necesaria armonía que ha de existir entre el hombre y la naturaleza, así como de la imperiosa defensa de las diversas formas de vida. Son ideas que devienen cada vez más prioritarias a la vista de la evolución que ha tomado el planeta durante todos estos años.

1. Somos parte de la naturaleza

«La especie humana es parte de la naturaleza y la vida depende del funcionamiento ininterrumpido de los sistemas naturales que son fuente de energía y de materia nutritivas»

2. Las raíces de la civilización

«La civilización tiene sus raíces en la naturaleza, que moldeó la cultura humana e influyó en todas las obras artísticas y científicas, (…) la vida en armonía con la naturaleza ofrece al hombre posibilidades óptimas para desarrollar su capacidad creativa, descansar y ocupar su tiempo libre»

3. La vida es única

«Toda forma de vida es única y merece ser respetada, cualquiera que sea su utilidad para el hombre, y con el fin de reconocer a los demás seres vivos su valor intrínseco, el hombre ha de guiarse por un código de acción moral»

4. La acción humana

«El hombre, por sus actos o las consecuencias de éstos, dispone de los medios para transformar a la naturaleza y agotar sus recursos y, por ello, debe reconocer cabalmente la urgencia que reviste mantener el equilibrio y la calidad de la naturaleza y conservar los recursos naturales»

5. Biodiversidad y sobreexplotación

«Los beneficios duraderos que se pueden obtener de la naturaleza dependen de la protección de los procesos ecológicos y los sistemas esenciales para la supervivencia y de la diversidad de las formas de vida, las cuales quedan en peligro cuando el hombre procede a la explotación excesiva o destruye los hábitats naturales»

6. Naturaleza y paz

«La competencia por acaparar recursos escasos es causa de conflictos, mientras que la conservación de la naturaleza y de los recursos naturales contribuye a la justicia y el mantenimiento de la paz…»

7. Sostenibilidad

«El hombre debe adquirir los conocimientos necesarios a fin de mantener y desarrollar su aptitud para utilizar los recursos naturales en forma tal que se preserven las especies y los ecosistemas en beneficio de las generaciones presentes y futuras»

Tras estas convicciones básicas la Carta Mundial de la Naturaleza se desarrolla en 24 artículos, que se estructuran en principios generales de conservación, en funciones y en la aplicación de los principios.

Para más información:

Carta Mundial de la Naturaleza. 28 de octubre de 1982