La palmera, en el verso de Nicolás Guillén

El poeta cubano Nicolás Guillén (1902-1989), que obtuvo entre otros reconocimientos el Premio Nacional de Literatura, destacó por una amplia obra literaria que abarca asuntos de claro contenido social. Además, su pluma lírica también fue sensible a la naturaleza que le rodeaba. Como ejemplo nos ha llegado hasta hoy un pequeño poema que dedicó a un árbol: la palmera, la palma, que tan familiar resulta en su patria antillana.

En 1947 Guillén escribió el poema Palma sola, perteneciente a su obra El son entero. Se trata de una poesía sencilla y honda a la vez con la que el autor nos transmite la idea de fortaleza para perseguir la libertad, aunque reine la más absoluta soledad. Así lo hizo en un patio cubano aquella solitaria palma que soñaba con alcanzar las nubes mientras no dejaba de crecer bajo la luz del sol y la luna.

La palma que está en el patio
nació sola;
creció sola;
bajo la luna y el sol,
vive sola.

Con su largo cuerpo fijo,
palma sola;
sola en el patio sellado,
siempre sola,
guardián del atardecer,
sueña sola.

La palma sola soñando,
palma sola,
que va libre por el viento,
libre y sola,
suelta y sola;
cazadora de las nubes, 
palma sola,
palma sola,
palma.

Para leer más:

Nicolás Guillén: El libro de los sones. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2001.

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Autor: ECOPALABRAS

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