
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, puesta en marcha por Naciones Unidas en 2015, establece compromisos concretos para un conjunto de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan la triple dimensión del desarrollo: social, económica y medioambiental. Uno de esos objetivos es el ODS7 (Energía asequible y no contaminante), que queda definido en los siguientes términos:
«Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos«
Este objetivo compromete a los países del planeta a adoptar medidas para de aquí a 2030:
- Garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos.
- Aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas.
- Duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética.
- Aumentar la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación y la tecnología relativas a la energía limpia, incluidas las fuentes renovables, la eficiencia energética y las tecnologías avanzadas y menos contaminantes de combustibles fósiles, y promover la inversión en infraestructura energética y tecnologías limpias.
- Ampliar la infraestructura y mejorar la tecnología para prestar servicios energéticos modernos y sostenibles para todos en los países en desarrollo.
Para conocer los progresos que van alcanzando los países respecto a los 17 ODS, SDSN y Bertelsmann Stiftung han venido elaborando periódicamente Informes de evaluación desde 2016. Su metodología utiliza índices sintéticos, cuyos valores pueden oscilar entre 0, cuando el país se encuentra en la peor situación, y 100, cuando, por el contrario, el país se encuentra en la mejor posición respecto al cumplimiento de los ODS.
La última edición del Informe, SDG Index and Dashboards Report 2021, nos revela de forma aproximada cuál es la situación más actual del cumplimiento del objetivo de Energía asequible y no contaminante, país por país, y en qué grado se va alcanzando ante el horizonte temporal fijado para 2030.
En el caso del ODS7 se ha construido un índice sintético a partir de los tres indicadores siguientes, que están disponibles para un total de 165 países:
- Porcentaje de población que tiene acceso a electricidad.
- Porcentaje de población que utiliza para cocinar combustibles y tecnologías limpios.
- Emisiones de CO2 de la quema de combustibles fósiles para electricidad y calefacción por producción total de electricidad.
En un análisis por países los resultados obtenidos para el ODS7 (Energía asequible y no contaminante) muestran que de los 165 países para los que se dispone de datos, los mejor situados en el cumplimiento de dicho objetivo son Barbados (99,7) e Islandia (99,4). Les siguen, a continuación, Noruega (98,9), Suecia (98,9), Suiza (97,0), Francia (97,0), Uruguay (96,9), Maldivas (96,9), Finlandia (96,5) y Nueva Zelanda (95,8). Estos países y los diez siguientes, que en general poseen un alto nivel de renta per capita, se encuentran, según el índice empleado, en la senda de cumplir con este objetivo de la Agenda 2030 sin necesidad hasta el momento de afrontar mayores retos.

Por el contrario, la situación relativa más desfavorable respecto al cumplimiento del objetivo energético la presenta un amplio grupo de países pertenecientes al continente africano que cuentan con bajos niveles de renta per capita, como son Burundi (1,1), Chad (2,0), Malaui (5,2), Burkina Faso (6,5), Madagascar (9,2), Liberia (9,3) y Sierra Leona (9,4). Les siguen, a continuación, República Centroafricana (12,8), Benín (13,4), Níger (14,0), Ruanda (14,1) y Somalia (14,6). Para todos ellos siguen existiendo grandes desafíos para alcanzar las metas energéticas del ODS7 de aquí a 2030.

Si nos centramos en cuatro países que destacan por su peso económico y/o demográfico, observamos que Estados Unidos ocupa la posición 29 en el ranking mundial del cumplimiento del ODS7, seguido por Federación Rusa (56), China (102) y la India (110).
Finalmente, hay que remarcar que en el ODS7 las diferencias entre países son considerables, llegando a ser extremas entre el país mejor situado (Barbados, con 99,7) y el peor (Burundi, con 1,1). Dicha brecha es muy superior a la que existe con el índice general de los 17 ODS, que se cuantifica en 48 puntos.
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