En 1933 el poeta español Miguel Hernández (1910-1942) publicó este poema con el que, a modo de acertijo para el lector, canta a la palmera de su tierra natal para convertirla en la protagonista.
«ANDA, columna; ten un desenlace
de surtidor. Principia por espuela.
Pon a la luna un tirabuzón. Hace
el camello más alto de canela
Resuelta en claustro viento esbelto pace,
oasis de beldad a toda vela
con gargantillas de oro en la garganta:
fundada en ti se iza la sierpe, y canta».
Para leer más:
Miguel Hernández (1933): Perito en lunas