
Con el poema El viejo cocodrilo (2001), la escritora española Pino Betancor (1928-2003) dedicó su pluma en verso a un animal salvaje que vive en los grandes ríos verdes de nuestro planeta. Hasta que un día la mano utilitaria del hombre lo caza y le cambia su destino…
Hace cien años fue
un animal salvaje.
Los grandes ríos verdes
le lamieron la piel
y la selva encendida
puso su luz en ella.
Un día le cazaron,
y con su piel hicieron
un gran bolso de viaje.
Subió a los grandes barcos,
recorrió los andenes,
conoció mil países
aquel lujoso bolso.
Su oscura piel brillante
ocultaba el pasado
del animal salvaje
a quien todos temían.
El animal que supo
de lluvias torrenciales
y amaneceres rojos.
Cuando me lo entregaron
ya era un pequeño bolso
para ir al teatro,
o llevar a una cena.
Su destino ya no era
los lejanos viajes fabulosos
Ahora que el mundo es otro,
que mi alma viajera se ha perdido
y oscurece en mi vida
lentamente.
Ahora casi nunca lo saco del armario,
al viejo cocodrilo.
Para leer más:
Betancor, Pino: Nada más que esa luz. Ediciones La Palma, Madrid, 2016.