Principales conclusiones de Río 92 para la sostenibilidad

8. Cañón de las Cataratas_Smolyan. Bulgaria

Se cumplen veinticinco años desde que se celebró en Río de Janeiro la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (junio de 1992). Esta Conferencia marcó un importante punto de inflexión en el camino hacia el desarrollo sostenible. A partir de Río 92 el concepto de desarrollo sostenible adquiere una proyección internacional hasta entonces desconocida.

Analizando los principales documentos aprobados, de principios (Declaración de Río), de carácter programático (Agenda 21) y de carácter ejecutivo (Convenios sobre el Cambio Climático y sobre la Diversidad Biológica), destacamos las siguientes conclusiones más relevantes para la sostenibilidad del desarrollo:

1. Entre los grandes desafíos a los que ha de enfrentarse la humanidad en el siglo XXI se encuentra el continuo empeoramiento de los ecosistemas de los que depende nuestro bienestar.

2. Se expresa el compromiso de luchar por el desarrollo sostenible. La protección del medio ambiente ha de ser una parte integrante del proceso de desarrollo de una sociedad.

3. Para alcanzar el desarrollo sostenible los Estados deben reducir y eliminar los sistemas de producción y consumo insostenibles, que son las principales causas del deterioro del medio ambiente.

4. Se han de promover modalidades de consumo y producción que reduzcan las tensiones sobre el medio ambiente al mismo tiempo que se satisfagan las necesidades básicas de la humanidad. Se han de considerar fórmulas que permitan compatibilizar el crecimiento económico con la reducción del uso de energía, materiales y de recursos naturales y con la mínima generación de residuos.

5. Hay que prestar especial atención a recursos críticos como el agua y la tierra, y a factores ambientales como el estado de los ecosistemas y la diversidad biológica.

6. La diversidad biológica presenta un valor intrínseco. Es importante para el mantenimiento de los sistemas necesarios para la vida, por lo que su conservación es un objetivo común de toda la humanidad. Se hace necesaria una utilización sostenible de la biodiversidad y evitar las causas de su reducción.

7. Se reconoce expresamente que las actividades humanas, principalmente de los países desarrollados, están haciendo aumentar sustancialmente las concentraciones de gases de efecto invernadero, lo que provocará un calentamiento adicional de la superficie y el clima de la Tierra, con potenciales consecuencias adversas para los ecosistemas naturales y la humanidad.

8. Debe procurarse la aplicación amplia del principio de precaución, principalmente cuando, en situaciones de falta de certeza científica, exista un peligro de daño grave o irreversible del medio ambiente.

9. Desde el punto de vista metodológico, se expresa la necesidad de fomentar la utilización de indicadores de desarrollo sostenible y de los sistemas de contabilidad ecológica y económica integrada, considerados estos últimos un complemento de los sistemas tradicionales de contabilidad nacional.

Para más información:

ONU (1992):

 

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El desarrollo sostenible en la Declaración de Río 1992

27. S. Juan y  S. Pedro Atitlán. S. Pedro La Laguna. Guatemala

Hace 25 años, en el año 1992, se celebró en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Esta Conferencia marcó un punto de inflexión en el camino hacia el desarrollo sostenible. Fue la Cumbre sobre medio ambiente que reunió a un mayor número de Estados para debatir sobre los principales retos medioambientales del planeta. A partir de Río 92 el concepto de desarrollo sostenible adquiere una proyección internacional hasta entonces desconocida.

Uno de sus principales frutos de la Conferencia fue la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Declaración de Río), un documento de referencia clave para establecer las bases operacionales del concepto de desarrollo sostenible. De su Preámbulo y 27 principios que lo componen pueden extraerse las siguientes ideas fundamentales:

La Tierra (Preámbulo).

Se reconoce «la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra, nuestro hogar».

Los seres humanos (Principio 1):

«Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza».

Equidad intergeneracional (Principio 3):

«El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras».

Protección medioambiental (Principio 4):

«A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo».

Sostenibilidad (Principio 8).

“Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar los sistemas de producción y consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas apropiadas”.

Criterio de precaución (Principio 15).

«Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberían aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente”

Criterio de quien contamina, paga (Principio 16).

«Las autoridades nacionales deberían procurar fomentar la internacionalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos, teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina debería, en principio, cargar con los costos de la contaminación, teniendo debidamente en cuenta el interés público sin distorsionar el comercio ni las inversiones internacionales».

Junto con la Declaración de Río se aprobaron en la misma Conferencia otros tres documentos de especial interés: el Programa 21 (Agenda 21) y los Convenios sobre el Cambio Climático y sobre la Diversidad Biológica.

Para más información:

ONU: Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo 1992.

Los objetivos del Acuerdo de París por el clima

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París, Francia

La Conferencia de París sobre el Clima (COP21), celebrada en diciembre de 2015, supuso el primer acuerdo vinculante a nivel mundial sobre el cambio climático. Un total de 195 países firmaron dicho Acuerdo de París.

En COP21 se manifestó expresamente que «el cambio climático representa una amenaza apremiante y con efectos potencialmente irreversibles para las sociedades humanas y el planeta». Por ello se hace necesaria una amplia cooperación internacional con el fin de acelerar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Asimismo, para luchar contra el cambio climático, se consideran especialmente importantes los siguientes aspectos, entre otros:

-Salvaguardar la seguridad alimentaria y acabar con el hambre y la vulnerabilidad de los sistemas de producción de alimentos ante los efectos del cambio climático.

-Conservar y aumentar los sumideros y reservorios de los gases de efecto invernadero.

-Garantizar la integridad de todos los ecosistemas, incluidos los océanos, y proteger la biodiversidad, o Madre Tierra para algunas culturas.

-La educación, la formación, la sensibilización y la participación pública.

-La adopción de estilos de vida y pautas de consumo y producción sostenibles.

El Acuerdo de París establece en su artículo 2 que tiene por objeto «reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza». Y para ello:

«a) Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático;

b) Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efectos invernaderos, de un modo que no comprometa la producción de alimentos;

c) Elevar las corrientes financieras a un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero».

El Acuerdo de París entró en vigor el 4 de noviembre de 2016 tras lograrse que sea ratificado por al menos 55 países que representan el 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Para más información:

Acuerdo de París (2015)

La Declaración de Estocolmo de 1972

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Toda revisión histórica de la idea de «desarrollo sostenible» ha de remontarse al menos al año 1972. En 2017 se cumplen 45 años de un acontecimiento histórico de carácter mundial.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo en 1972, constituye posiblemente el primer gran paso a nivel internacional en el reconocimiento de la importancia del medio ambiente en el desarrollo. La Declaración de Estocolmo resultante de dicha Conferencia, aprobada el 16 de junio de ese año, contiene 26 principios y un Plan de acción con 109 recomendaciones, y pretende servir de guía a los pueblos del mundo para preservar y mejorar el medio humano.

La Declaración de Estocolmo proclama desde sus primeras líneas que «el hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente». El bienestar del hombre descansa en dos aspectos del medio humano que son esenciales, el natural y el artificial.

Al mismo tiempo manifiesta que la evolución de la humanidad y de la ciencia y la tecnología han ido paralelas a una transformación «en una escala sin precedentes» del planeta Tierra. Por ambas razones la protección del medio ambiente es no sólo un «deseo urgente de los pueblos de todo el mundo» sino también «un deber de todos los gobiernos».

Entre los 26 principios de la Declaración de Estocolmo destacamos por su relación más directa con el medio ambiente y el desarrollo los siguientes:

Planificar los recursos naturales para las generaciones presentes y futuras:

«Los recursos naturales de la Tierra, incluidos el aire, el agua, la tierra, la flora y la fauna, y especialmente muestras representativas de los ecosistemas naturales, deben preservarse en beneficio de las generaciones presentes y futuras mediante una cuidadosa planificación u ordenación, según convenga» (Principio 2).

Sostenibilidad ambiental:

«Debe mantenerse y, siempre que sea posible, restaurarse o mejorarse la capacidad de la Tierra para producir recursos vitales renovables» (Principio 3).

Desarrollo económico y conservación:

«El hombre tiene la responsabilidad especial de preservar y administrar juiciosamente el patrimonio de la flora y fauna silvestres y su hábitat, que se encuentran actualmente en grave peligro por una combinación de factores adversos. En consecuencia, al planificar el desarrollo económico debe atribuirse importancia a la conservación de la naturaleza, incluidas la flora y la fauna silvestres» (Principio 4).

Preservar los recursos no renovables:

«Los recursos no renovables de la Tierra deben emplearse de forma que se evite el peligro de su futuro agotamiento y se asegure que toda la humanidad comparte los beneficios de tal empleo» (Principio 5).

Planificación integral del desarrollo:

«A fin de lograr una más racional ordenación de los recursos y mejorar así las condiciones ambientales, los Estados deberían adoptar un enfoque integrado y coordinado de la planificación de su desarrollo de modo que quede asegurada la compatibilidad del desarrollo con la necesidad de proteger y mejorar el medio humano en beneficio de su población» (Principio 13).

La planificación como instrumentos indispensables:

«La planificación racional constituye un instrumento indispensable para conciliar las diferencias que puedan surgir entre las exigencias del desarrollo y la necesidad de proteger y mejorar el medio» (Principio 14).

Asimismo, la Conferencia sobre el Medio Humano de 1972 permitió el nacimiento en ese mismo año del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que vendrá a ser la institución medioambiental de la ONU hasta nuestros días.

Para más información:

Programa de las Naciones Unidades para el Medio Ambiente

La situación de los países ante los objetivos de desarrollo sostenible

En 2016 entró en vigor la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En ella se establecen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), relativos a sus tres dimensiones (económica, social y medioambiental), que han de alcanzar los países del planeta en los próximos 15 años.

Para evaluar los progresos que realicen los países de aquí al año 2030 respecto al cumplimiento de los 17 ODS, es pertinente conocer el punto de partida en el que se encuentran. Esta labor queda recogida en el Informe de Índice y Paneles de los ODS, publicado en julio de 2016, que se ocupa de medir la situación en 2015 respecto a los ODS de los 149 países (el 77% de los 193 Estados miembros de la ONU) para los que se ha contado con datos suficientes.

La primera herramienta analítica empleada en el citado Informe es el Índice de los ODS. Se trata de un índice compuesto que se elabora a partir de uno o varios indicadores para cada uno de los 17 ODS. Pretende, por tanto, evaluar de forma sintética los diversos aspectos del desarrollo sostenible, tales como pobreza, seguridad alimentaria, salud, educación, igualdad de género, abastecimiento de agua y saneamiento, energía, inclusión social, acceso a infraestructuras básicas, consumo y producción sostenibles, cambio climático, océanos, ecosistemas terrestres, paz y seguridad.

Para cada país se obtiene una puntuación ajustada del Índice, que toma un valor comprendido entre 0 (el caso peor) y 100 y (el caso mejor). Ello permite conocer la distancia a la que se encuentra el país de conseguir el mejor resultado posible respecto al cumplimiento de los ODS previstos para 2030.

Del análisis de los principales resultados preliminares obtenidos para el Índice general de los ODS recogidos en el citado Informe, se concluye que son tres países escandinavos (Suecia, Dinamarca y Noruega) los que presentan una mejor situación para conseguir los valores óptimos de cumplimiento de los 17 ODS. Así, Suecia con una puntuación máxima de 84,5 se encuentra al 84,5% de conseguir el mejor resultado posible teniendo en cuenta los 17 ODS.

Se observa, asimismo, que son los países más ricos los que tienden a situarse en la parte más alta de la clasificación. Entre los países que más se acercan al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible predominan los países europeos, a los que se suman otros como Canadá, Japón, Singapur, Australia, Nueva Zelanda y EE.UU.

Grupo de los 50 países que más cumplen los ODSindice-50-paises_mejor

Por su parte, los países que más se alejan del cumplimiento de los ODS se corresponden con los más pobres del planeta, localizados principalmente en África y Asia. Es la República Centroafricana (26,1) el país que se encuentra a mayor distancia de obtener el valor óptimo de cumplimiento de los ODS, al que siguen Liberia y República Democrática del Congo.

Grupo de los 50 países que menos cumplen los ODSindice-50-paises_peor

Finalmente, dentro del grupo intermedio, que lo conforman 49 países, las puntuaciones sobre el cumplimiento de los ODS oscilan entre el 65,1 de Túnez y 53,8 de Sudáfrica. En este grupo se encuentran, además, países como Brasil (con la posición 54 sobre el total de 149), México (56), Marruecos (64), Ecuador (71), China (76), Arabia Saudí (85) e Indonesia (98), entre otros.

Como herramienta complementaria al Índice, los Paneles de los ODS representan los datos disponibles sobre el grado de cumplimiento de los 17 ODS empleando un esquema de códigos de color, de modo que los objetivos se resaltan en verde, amarillo o rojo. Un objetivo con color verde significa que el país está en buen camino para cumplirlo antes de 2030. Con el color amarillo se advierte de que para ese objetivo el país tiene desafíos significativos. Finalmente, el objetivo en rojo indica que el país tiene que superar los retos más graves.

Los resultados obtenidos nos dan luz sobre la agenda de acciones que tiene que implementar cada país. Así, por ejemplo, Suecia, que obtiene la puntuación máxima del Índice general (84,5), debe afrontar aún retos importantes en materia de cambio climático y conservación de ecosistemas terrestres.

Panel de los ODS. Sueciasuecia_panel_

En el caso de España (con la posición nº 30) los mayores retos (objetivos «en rojo») abarcan 9 de los 17 ODS.

Panel de los ODS. Españaespana_panel_

A modo de resumen, para el grupo de países de la OCDE, en promedio, obtienen una clasificación «en rojo» en más de un tercio de los objetivos. Los mayores retos se presentan en cambio climático, en conservación de los ecosistemas terrestres y marinos y en consumo y producción sostenibles.

Para leer más:

Índice y Paneles de los ODS, julio de 2016

La situación medioambiental del mundo hoy ante la Agenda 2030

El pasado 1 de enero de 2016 entró en vigor la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. Se trata de un ambicioso plan de acción que persigue 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y 169 metas conexas que tienen como horizonte el año 2030.

Para avanzar por el camino del desarrollo sostenible se pretende integrar y conjugar las tres dimensiones que lo conforman: económica, social y medioambiental.

P. N. Oulanka, FInlandia

Sin duda para conocer el grado de cumplimiento de los objetivos marcados en la Agenda 2030 es esencial, en primer lugar, conocer cómo nos encontramos en la situación de partida, cómo está el planeta hoy desde el punto de vista económico, social y medioambiental. Es por ello que en julio de 2016 se publicó un primer informe de seguimiento de la Agenda 2030: el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2016.

A continuación exponemos las principales conclusiones recogidas en dicho Informe acerca de la situación actual del mundo respecto al medio ambiente y ante los siete ODS de carácter ambiental contenidos en la Agenda 2030.

Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad y la gestión del agua y el saneamiento para todos.

-El estrés por escasez de agua afecta a más de 2.000 millones de personas en el mundo.

-Se estima que 663 millones de personas todavía no cuentan con mejoras en el suministro de agua potable o usan aguas superficiales en 2015. Al menos 1.800 millones de personas estaban expuestas en 2012 a agua potable contaminada con materia fecal.

-Unas 2.4oo millones de personas no disponen de instalaciones de saneamiento adecuadas en 2015, de las cuales 946 millones no tienen instalación de saneamiento alguna, lo que constituye un riesgo para la salud pública y el medio ambiente.

Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos.

-Unas 1.100 millones de personas continúan sin acceso a energía eléctrica, incluyendo el 65% de la población de África subsahariana y el 70% en Oceanía, en 2012.

-Se estima que 3.000 millones de personas dependen de combustibles y tecnologías contaminantes para cocinar en 2014, el 40% de la población mundial.

-Las fuentes de energías renovables (que excluyen biocombustibles sólidos) aumentaron a una tasa del 4% anual entre 2010 y 2012. En 2014 el 60% de las nuevas capacidades de generación de energía fueron de fuentes renovables modernas.

-La intensidad energética (suministro energético primario total sobre el PIB) mejoró en un 1,3% por año entre 2000 y 2012. Aún así el progreso continúa solamente a dos tercios del ritmo requerido para duplicar la tasa mundial de aumento de eficiencia energética para el año 2030.

Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

-El crecimiento urbano descontrolado se puede encontrar en muchas regiones: Asia oriental y Oceanía tuvieron la mayor proporción entre consumo de tierra y crecimiento de población en el mundo entre los años 2000 y 2015.

-Se estima que la contaminación ambiental del aire (en exteriores) tanto en ciudades como en zonas rurales fue la causa de 3,7 millones de muertes prematuras en 2012.

-En 2014 alrededor de la mitad de la población urbana mundial estaba expuesta a niveles de contaminación del aire al menos 2,5 veces mayores a las normas establecidas por la OMS.

Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

-La huella material por unidad del PIB (cantidad de materia prima utilizada) ha disminuido entre 2000 y 2010 en las regiones desarrolladas como resultado de una mayor eficiencia en los procesos industriales, al pasar de 25,9 kg por unidad de producto a 23,6 kg en dicho periodo.

-La huella material en las regiones desarrolladas (23,6 kg por unidad de PIB) se situó en 2010 muy por encima de los 14,5 kg por unidad de producto de las regiones en desarrollo.

-La huella material en las regiones en desarrollo ha aumentado de los 11,8 kg por unidad de PIB a los 14,5 kg entre 2000 y 2010. Los minerales no metálicos mostraron el mayor aumento (de 5,3 a 6,9 kg por unidad de PIB).

-El consumo nacional de materiales per cápita en las regiones desarrolladas (15,3 tn per cápita fue un 72% más alto que en las regiones en desarrollo (8,9 tn) en 2010.

Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.

-En abril de 2016, 175 Estados miembros firmaron el Acuerdo de París que prepara el terreno para una ambiciosa acción mundial por el clima para asegurar que la temperatura del planeta no aumente más de 2ºC.

-Muchos de los desastres naturales se ven exacerbados por el cambio climático y están aumentando en frecuencia e intensidad. En promedio 83.000 personas murieron y 211 millones se vieron afectadas cada año como resultado de desastres naturales ocurridos entre los años 200o y 2013.

-En 2015 solo 83 países informaron contar con disposiciones legislativas y/o normativas establecidas para gestionar el riesgo de desastres.

Objetivo 14: Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

-El 37% de la población mundial habitaba en comunidades costeras en 2010.

-La proporción de poblaciones marinas de peces a nivel mundial dentro de niveles biológicamente sostenibles disminuyó del 90% en 1974 al 69% en 2013 y parece haberse estabilizado en los últimos años.

-En 2014 el 8,4% del ambiente marino bajo jurisdicción nacional (hasta 200 millas náuticas desde la costa) estaba bajo protección.

-Entre 2000 y 2016 la proporción de áreas clave de biodiversidad marina que estaban completamente cubiertas por zonas protegidas aumentó de 15% a 19%.

-Los cinco grandes ecosistemas marinos en mayor riesgo de eutrofización costera (exceso de nutrientes en el agua, que provoca por falta de oxígeno la muerte animal) son la Bahía de Bengala, el Mar de China oriental, el Golfo de México, la plataforma del norte de Brasil y el Mar de China meridional. Estas áreas proporcionaban en 2010 servicios derivados de los ecosistemas para una población costera de 781 millones de personas.

Objetivo 15: Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.

-Continúa la pérdida neta de superficie forestal. Se contabilizó en 3,3 millones de hectáreas anuales durante el periodo 2010-2015, cifra inferior a la pérdida neta producida en la década de 1990 (7,3 millones de hectáreas).

-En el periodo 2000-2016 ha aumentado el porcentaje de áreas que están cubiertas completamente por zonas protegidas: las áreas clave de biodiversidad terrestres (de 16,5% a 19,3%), interiores de agua dulce (de 13,8% a 16,6%) y de montañas (de 18,1% a 20,1%).

-En 2015 más de 23.000 especies de plantas, hongos y animales enfrentaban una alta probabilidad de extinción. Las actividades humanas están causando la extinción de especies a tasas tres veces más altas que las normales en toda la historia de la Tierra.

-Desde 1999 se han denunciado al menos 7.000 especies de animales y plantas por tráfico ilegal, lo que afecta a 120 países.

Fuente: ONU: Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2016

 

 

 

 

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible

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En septiembre de 2015 se presentó en la Cumbre de las Naciones Unidas para su aprobación el documento titulado “Transformar nuestro mundo: La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. Se trata de un ambicioso plan de acción para los próximos 15 años que se centra en las personas, el planeta, la prosperidad y la paz mediante una alianza de colaboración mundial.

Algunos de los rasgos más destacables que definen la actual Agenda 2030 son los siguientes:

  • Concluida la vigencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015, la Agenda 2030 toma su relevo para el cumplimiento de objetivos renovados durante el periodo 2016-2030, que tendrán un alcance mundial.
  • Nunca hasta ahora se habían comprometido los líderes del mundo en una acción y un empeño comunes en pro de una agenda de políticas tan amplia y universal.
  • Pretende implicar a gobiernos, parlamentos, el sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, autoridades locales, pueblos indígenas, sociedad civil, empresas y sector privado, comunidad científica y académica, y a toda la población en general. Como expresa el propio el documento aprobado, es “una Agenda del pueblo y para el pueblo”.
  • Se reconoce que “la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío a que se enfrenta el mundo y constituye un requisito indispensable para el desarrollo sostenible”.
  • Se reafirma que “el planeta Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar común y que la ‘Madre Tierra’ es su expresión corriente en muchos países y regiones”.
  • Establece la necesidad de un proceso sistemático de seguimiento y examen de los progresos conseguidos. Para la rendición de cuentas a los ciudadanos se llevará a cabo un sistema de indicadores y se intensificará y mejorará la capacidad estadística de los países.
  • El plan de acción se estructura en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 169 metas conexas, que de forma integrada conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental. Supone un aumento significativo de objetivos respecto a los 8 ODM vigentes durante el periodo 2000- 2015. A continuación enunciamos los 17 ODS:

 

1_ODS

Objetivo 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo

2_ODSObjetivo 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible

3_ODS

Objetivo 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades

4_ODS

Objetivo 4. Garantizar la educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos

5_ODS

Objetivo 5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas

6_ODS

Objetivo 6. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos

7_ODS

Objetivo 7. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos

8_ODS

Objetivo 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos

9_ODS

Objetivo 9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación

10_ODS

Objetivo 10. Reducir la desigualdad en y entre los países

11_ODS

Objetivo 11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles

12_ODS

Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

13_ODS

Objetivo 13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos

14_ODS

Objetivo 14. Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible

15_ODS

Objetivo 15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica

16_ODS

Objetivo 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles

17_ODS

Objetivo 17. Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible

Como afirma el profesor Jeffrey Sachs en su obra «La Era del Desarrollo Sostenible» (2015), los ODS constituyen una herramienta poderosa para poner sobre la mesa una nueva agenda global que implicará a toda la comunidad mundial. Deben ser «la brújula y la estrella polar del desarrollo del planeta».

Para más información: ONU: Agenda 2030