
Tenzin Gyatso, el líder espiritual tibetano más conocido como Dalai Lama, nos recuerda, en uno de sus libros autobiográficos, que no debemos olvidar que nuestro hogar es “nuestra Madre Tierra”.
Tenemos la responsabilidad de cuidar este planeta para garantizar el porvenir del ser humano y de los demás seres vivimos, no sobrepasando con nuestra acción sus límites ecológicos.
“Del mismo modo, nuestro planeta es nuestra casa y debemos tratarlo con cuidado para asegurar nuestra felicidad, la de nuestros hijos, la de nuestros amigos y la de los demás seres sensibles que comparten con nosotros este gran habitáculo. Si pensamos que nuestro planeta es nuestra casa o nuestra madre, nuestra Madre Tierra, seguro que cuidaremos de él.
En la actualidad, comprendemos que el porvenir de la humanidad depende de nuestro planeta, cuyo futuro, a su vez, depende de la humanidad. Pero esto no siempre ha estado tan claro. Hasta ahora, nuestra Madre Tierra había podido tolerar nuestras negligencias, pero, en la actualidad, los comportamientos humanos, la población y la tecnología han alcanzado tal nivel de descuido que nuestra Madre Tierra ya no puede tolerar en silencio. ‘Mis hijos se portan mal’, previene ella para que tomemos conciencia de que hay límites que no debemos transgredir”.
Para leer más:
Dalai Lama: Mi biografía espiritual. Editorial Planeta, Barcelona, 2010.