España y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2022

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Fuente: SDSN: Sustainable Development Report 2022.

En 2015 Naciones Unidas puso en marcha la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Con el fin de conocer su grado de cumplimiento, se ha construido el índice ODS que permite evaluar los progresos en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que van alcanzando los países del planeta.

En su edición de 2022 el Informe de SDN y Bertelsmann Stiftung (Sustainable Development Report 2022nos revela que, de un total de 163 países del mundo para los que se ha contado con datos suficientes, España toma la posición 16 en términos de cumplimiento global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030. Para dicho año 2022 el valor del índice ODS de España se cifra en 79,9 sobre un máximo de 100. De este modo respecto a 2021 España avanza cuatro puestos en el ranking mundial y su índice aumenta cuatro décimas.

En un análisis más pormenorizado del valor del índice ODS global que toma España en 2022, se detecta unos avances dispares entre los 17 Objetivos.

Así, los resultados obtenidos muestran, en primer lugar, que para 6 de los 17 ODS España se sitúa entre los 25 países del planeta con mayor puntuación. De este modo los mejores resultados relativos, en un contexto mundial, los alcanza España en los siguientes ODS:

  • Igualdad de género (ODS5), para el que España se sitúa en la posición número 7, con un valor de 86,7 sobre 100.
  • Salud y bienestar (ODS3), objetivo para el que se encuentra en el puesto número 10 (valor 95,0).
  • Ciudades y comunidades sostenibles (ODS11), en el puesto número 10 (valor 93,1).
  • Industria, innovación e infraestructura (ODS9), para el que toma la posición 19 (valor 87,8).
  • Paz, justicia e instituciones sólidas (ODS16), para el que toma la posición 24 (valor 83,1).

Por el contrario, los Objetivos para los que España toma los peores resultados relativos son los siguientes:

  • Producción y consumo responsables (ODS12) que, con un valor de 72,5 sobre 100, hace que España se sitúe en la posición 127 a nivel mundial respecto a este ODS.
  • Acción por el clima (ODS 13), objetivo que, tomando un valor de 76,3, coloca a España en la posición número 116.
  • Vida submarina (ODS14), objetivo para el que, con un valor de 57,6, toma la posición 91.
  • Vida de ecosistemas terrestres (ODS15) para el que, con un valor de 66,6, ocupa la posición 74.
  • Alianzas para lograr los objetivos, con un valor de 62,1, que sitúa a España en la posición 68 a nivel mundial.

Cuadro ODS_España_2022

De forma complementaria al índice ODS el Informe de 2022 aporta también un análisis de panel, que valora el mayor o menor grado de cumplimiento de cada Objetivo, así como su tendencia con vistas al horizonte de 2030, mediante una asignación de colores (verde, amarillo, naranja y rojo).

De la evaluación del panel de los ODS de España destacamos las siguientes conclusiones principales:

  • España no ha alcanzado aún ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ausencia de ODS en color verde).
  • Para ocho Objetivos (en color amarillo), España afronta unos retos que, en general, se encuentran en la senda de lograr los valores deseados para 2030. Son los relativos a los siguientes Objetivos: Fin de la pobreza (ODS1), Salud y bienestar (ODS3), Educación de calidad (ODS4), Igualdad de género (ODS5), Agua limpia y saneamiento (ODS6), Energía asequible y no contaminante (ODS7), Ciudades y comunidades sostenibles (ODS11) y Paz, justicia e instituciones sólidas (ODS16).
  • De los 17 ODS, cinco (con color naranja) España se enfrenta retos significativos para llegar a cumplir con la Agenda 2030. Son los siguientes: Industria, innovación e infraestructura (ODS9); Reducción de las desigualdades (ODS10); Producción y consumo responsables (ODS12); Vida submarina (ODS14), y Alianzas para lograr los objetivos (ODS17).
  • Para cuatro ODS (en rojo), uno más que en 2021, España afronta grandes retos para cumplir con la Agenda 2030: Trabajo decente y crecimiento económico (ODS8), que empeora respecto a 2021; Hambre cero -incluyendo seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y agricultura sostenible- (ODS2); Acción por el clima (ODS13) y Vida de ecosistemas terrestres (ODS15).

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Fuente: SDSN: Sustainable Development Report 2022.

Asimismo, en un análisis de tendencia, la ficha de los ODS de España nos revela, en primer lugar, que este país está mostrando, según los últimos datos disponibles, una tendencia favorable en el cumplimiento de sólo tres Objetivos de la Agenda 2030, es decir, tres Objetivos menos que en el Informe de 2021. Son los siguientes: Igualdad de género (ODS5), Agua limpia y saneamiento (ODS6) y Trabajo decente y crecimiento económico (ODS8).

En segundo lugar, el panel de 2022 concluye que España no está retrocediendo en ningún objetivo, si bien tiene estancado el cumplimiento de dos ODS: Producción y consumo responsables (ODS12) y Vida de ecosistemas terrestres (ODS15).

Finalmente, para la mayoría de los Objetivos, los doce restantes, España presenta una tendencia de moderado avance para lograr su cumplimiento de aquí a 2030.

Para más información:

SDSN: Sustainable Development Report 2022.

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Evaluando el estado de los ecosistemas terrestres (ODS15) en 2022

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La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, puesta en marcha por Naciones Unidas en 2015, establece compromisos concretos para un conjunto de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan la triple dimensión social, económica y medioambiental. Uno de esos objetivos es el ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres), que queda definido en los siguientes términos:

«Proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de diversidad biológica».

Este objetivo compromete a los países del planeta a adoptar medidas para:

  • Velar por la conservación de los bosques, humedales y ecosistemas montañosos.
  • Promover la gestión sostenible de todos los tipos de bosques y poner fin a la deforestación.
  • Luchar contra la desertificación y rehabilitar las tierras y los suelos degradados.
  • Proteger las especies amenazadas y evitar su extinción.
  • Poner fin a la caza furtiva y el tráfico de especies protegidas de flora y fauna.
  • Prevenir la introducción de especies exóticas invasoras.
  • Integrar los valores de los ecosistemas y la diversidad biológica en la planificación nacional y local, los procesos de desarrollo, las estrategias de reducción de la pobreza y la contabilidad.

Los indicadores empleados en el informe elaborado por SDSN y Bertelsmann Stiftung, Sustainable Development Report 2022, permiten evaluar los progresos que van alcanzando los países respecto a los 17 OD. Los resultados obtenidos en su edición de 2022 nos aproximan a conocer cuál es la situación de los ecosistemas terrestres, país por país, y en qué grado se van alcanzando las metas establecidas en la Agenda 2030.

Para dicha evaluación se utiliza una metodología de índices sintéticos, cuyos valores pueden oscilar entre 0, cuando el país se encuentra en la peor situación, y 100, cuando, por el contrario, el país se encuentra en la mejor posición respecto al cumplimiento de los ODS.

Respecto al ODS15 para el cálculo de su índice sintético se ha contado con los siguientes indicadores:

  • Área media protegida en sitios terrestres importantes para la biodiversidad (%).
  • Área media protegida en sitios de agua dulce importantes para la biodiversidad (%).
  • Índice de Lista Roja de supervivencia de especies (0-1, peor-mejor).
  • Deforestación permanente (% de área forestal, media de 3 años).
  • Amenazas a la biodiversidad terrestre y agua dulce incorporadas en las importaciones (por millón de especies).

Esta selección de indicadores ha dejado sin evaluar, por carecer de  estadísticas, como indica el propio Informe de 2022, otros aspectos importantes del ODS15: la salud de los ecosistemas, el comercio de especies en peligro de extinción y las áreas protegidas por nivel de protección.

Con las puntuaciones obtenidas para el índice del ODS15 (Vida de ecosistemas terrestres) se obtienen resultados que nos permiten conocer cuál es la posición relativa de cada uno de los 163 países para los que se dispone de datos, dos países menos que en 2021. A diferencia del año anterior, en esta edición 2022 del Informe no se ha contado con información estadística de Cabo Verde y Vanuatu.

Así, como se recoge en el siguiente cuadro, los países mejor situados en el cumplimiento del objetivo de preservar la vida de los ecosistemas terrestres, establecido en la Agenda 2030, son los países bálticos de Letonia (97,9), Estonia (96,0) y Lituania (95,1). Les siguen, a continuación, con puntuaciones también superiores a 90, otros países europeos: Bulgaria (93,7), Dinamarca (92,8), República Checa (92,4) y Polonia (92,3).

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El análisis realizado de los datos recogidos en el Informe de 2022 nos lleva a concluir que en la actualidad de un total de 163 países sólo los tres países bálticos están en condiciones de cumplir completamente con el ODS15 de aquí a 2030. Hace un año eran siete los países que se encontraban en dicha situación favorable.

 

Por el contrario, la situación relativa más desfavorable respecto al estado de los ecosistemas terrestres la presenta Mauricio (26,4), seguido de Singapur (31,6), Yibuti (38,1), Malasia (39,8), Iraq (40,4), Camboya (43,8) y Fiji (44,1).

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Si nos centramos en cuatro países que tienen un peso económico y/o demográfico importante, es destacable que ocupan posiciones relativas rezagadas en cuanto al cumplimiento del ODS15: Federación Rusa presenta la posición 79 en el ranking mundial del cumplimiento del ODS15, seguido por Estados Unidos (122), India (141) y China (148). De estos cuatro países sobresale, principalmente, la pérdida de posiciones que experimenta Estados Unidos respecto al año anterior (22 puestos menos que en 2021).

Para más información:

SDSN: Sustainable Development Report 2022.

 

Cuando Ulises regresa a Ítaca

Nos cuenta Homero en La Odisea el largo y heroico regreso del mítico Ulises a su patria, la célebre Ítaca. Gracias a Alcínoo, rey de los feacios, expertos remeros que conoció en la isla de Esqueria, consigue hacerse con los medios para, al fin, llegar a su anhelada casa.

Mientras Ulises permanecía sumido en un prolongado sueño, la nave hollaba las aguas marinas hasta conducirlo a su destino.

“Una vez que llegaron al mar y al lugar de la nave, recogiéndolo todo sus nobles guiadores, pusieron en el fondo del barco el licor y los víveres;  luego le tendieron a Ulises un lecho con lienzos de lino y un cojín en las tablas de atrás, que durmiese en sosiego. Embarcándose el héroe, acostose en silencio y los hombres ocuparon por orden su sitio en los bancos; soltaron de la piedra horadada la amarra y, doblando los cuerpos, comenzaron a herir con los remos las aguas marinas.

Entretanto caíale en los ojos a Ulises un sueño prolongado, suavísimo, igual en gran modo a la muerte. Como vemos que en una cuadriga los cuatro caballos se encabritan sintiendo el chasquido del látigo y rompen a correr vivamente a la vez devorando el camino, tal, alzada de prora, marchaba la nave dejando una estela brillante y bullente en el mar estruendoso; navegaba segura y tenaz; ni el halcón en su giro, volador entre todas las aves, pudiera escoltarla.

De este modo ligera la nave cortaba las olas; transportaba a un varón semejante en ingenio a los dioses que en su alma se llevaba las huellas de mil pesadumbres padecidas en guerras y embates del fiero oleaje, mas que entonces, de todo olvidado, dormía dulcemente”.

Para leer más:

Homero: Odisea. Editorial Gredos, Barcelona, 2019.

El consumo de agua en España (2000-2020)

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Desde hace ya varias décadas los científicos nos vienen advirtiendo de que con el calentamiento global de la Tierra la disponibilidad de recursos hídricos se está convirtiendo en un problema creciente en cada vez más países del mundo. Esta nueva realidad nos demanda que hagamos un uso más eficiente y responsable del agua, recurso imprescindible para la vida.

En el contexto europeo, España es un país que no es ajeno al estrés hídrico. Por ello es de especial interés analizar cómo se está distribuyendo y consumiendo el agua, teniendo en cuenta que del total de agua captada para el consumo en 2020 el 66,5% proviene de aguas superficiales, el 27,6% es de origen subterráneo y el 5,9% restante procede de la desalación.

Las estadísticas que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) nos permiten conocer la evolución del consumo del agua suministrada a la red de abastecimiento público desde el año 2000.

Así, durante el periodo de 2000-2020 en España el volumen de agua suministrada a la red de abastecimiento público ha seguido, en general, una tendencia descendente, desde los 4.782 hectómetros cúbicos consumidos en 2000 hasta los 4.244 en 2020, esto es, una reducción del 11,3%. No obstante, como se observa en la siguiente gráfica, el consumo hídrico ha pasado por etapas bien diferenciadas según el ciclo económico. En un primer periodo (2000-2007), de expansión económica, se ha tendido a un mayor consumo de agua, llegando a casi alcanzar los 5.000 hm³. Posteriormente, en una segunda fase (2008-2018), cuando la economía atraviesa años marcados por las consecuencias de la llamada Gran Recesión, el consumo de agua se modera en España de forma continuada hasta registrar su mínimo en 2018, para después inflexionar ligeramente al alza en 2020.

G_Consumo total de agua_2000_2020

Cuando evaluamos la eficiencia en el uso del agua hay que recordar que una parte importante del agua suministrada a la red de abastecimiento son pérdidas. En España, según el INE, en 2020 se perdió un total de 652 hm³ de agua a causa de fugas, roturas y averías, cifra equivalente a la que se contabilizó en el año 2014. En términos relativos las pérdidas reales de agua representan un significativo 15,4% del total de agua suministrada a la red en 2020, porcentaje no es muy diferente al cuantificado en el año 2007, que se cifró en 15,9%. G_Pérdidas de agua_2007_2020

Si descontamos al volumen total de agua suministrada a la red dichas pérdidas reales (por fugas, roturas y averías) más las pérdidas aparentes (volúmenes de agua no medidos), se concluye que el total de agua registrada y distribuida ascendió a 3.178 hm³ en 2020, es decir, un 16,0% menos que en el año 2000.

Otro punto de especial interés es conocer cuáles son los consumidores finales del agua registrada y cómo han evolucionado sus consumos. De acuerdo con los datos del INE, el agua registrada en España tiene como principal usuario los hogares, cuyo consumo concentró el 72,1% del total en 2020. Le siguen, a continuación, la industria, con el 10,1% del total de agua registrada; los consumos municipales (8,5%); los usos turísticos y recreativos (4,2%); otros servicios (comercio, transporte, oficinas…), con el 3,9%; la agricultura y ganadería (0,6%) y la construcción (0,5%).

Asimismo, desde una perspectiva temporal, los datos disponibles, correspondientes al periodo 2006-2020, indican que el volumen de agua consumida por los hogares se ha reducido un 12,4%. También han visto descender su consumo de agua durante dichos años los siguientes sectores: construcción (-63,8%), agricultura y ganadería (-61,3%), otros servicios (-37,3%), industria (-34,2%) y consumos municipales (-29,9%).

Finalmente, es significativo destacar que la actividad económica de usos turísticos y recreativos ha sido la única que ha incrementado el consumo de agua durante los años 2006-2020, en concreto un 5,7%.

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Para más información:

INE: Estadística sobre el suministro y saneamiento del agua.

Cuando Ulises se refugió en la selva

El mítico personaje de Ulises, el rico en ingenios, el de heroica paciencia, descrito por Homero en La Odisea, en su largo viaje de vuelta a Ítaca pasa por la isla de Ogigia. Allí es retenido durante siete años por la diosa Calipso hasta que es liberado y consigue reemprender rumbo oceánico.

Tras dieciocho jornadas de travesía errante Ulises es finalmente arrastrado por la furiosa mar hasta la costa de las tierras de los feacios. Con las fuerzas debilitadas a causa del cansancio y el frío decide que su mejor refugio será la naturaleza arbórea. En el bosque encontrará la hojarasca que le dará cobijo para contraer un profundísimo sueño aquella noche divina.

“Meditando entre sí discurrió que mejor le estaría refugiarse en la selva: mostrábase cerca del agua bien visible en la altura. Entró él en mitad de las frondas de dos tallos brotados del mismo lugar, que era el uno de acebuche y el otro de olivo; jamás las pasaban el furor de los húmedos vientos ni el sol con sus rayos ni las aguas de lluvia; en tal trabazón abrazados se mostraban los dos. Entre ellos metiéndose Ulises y hacinando el follaje, dispúsose un lecho espacioso, que eran muchas las hojas allí derramadas, bastantes a abrigar a dos hombres o tres de la dura intemperie por muy recio que fuese el hostigo del tiempo. Gozose de mirarlas Ulises divino, el de heroica paciencia, acostose en mitad y cubriose de espesa hojarasca.

Como un hombre en remota heredad, sin vecinos en torno, escondiendo un tizón en los negros rescoldos, reserva la simiente del fuego y excusa el pedirlo a otra parte, tal allí se cubrió con las hojas Ulises; y Atena en sus ojos el sueño vertió, que los párpados luego le cerrase y calmara sin más su penosa fatiga”.

Para leer más:

Homero: Odisea. Editorial Gredos, Barcelona, 2019.

El parque automovilístico de la Unión Europea (2010-2021)

Son incuestionables los diversos impactos (o «externalidades negativas» que diría la economía neoclásica) que acarrea el uso del coche privado: contaminación atmosférica, calentamiento global del planeta, congestión, accidentes de tráfico, deterioro de la salud física y mental, contaminación acústica, dependencia de combustibles fósiles, extracción de materiales, ocupación de suelo, generación de residuos, etc., cuyos costes medioambientales y sociales no han sido aún valorados en su justa medida.

Para hacer frente a la insostenibilidad del transporte la Unión Europea aprobó en 2011 la Hoja de ruta hacia un espacio único europeo de transporte: por una política de transportes competitiva y sostenible, conocido como Libro Blanco del transporte.

Como expresa este documento estratégico, es clave afrontar la gran dependencia actual del petróleo y sus derivados en el sector del transporte y transitar hacia una economía descarbonizada. Se hace necesario fomentar la movilidad sostenible, como ir a pie o en bicicleta, además de dar un mayor impulso al transporte público no contaminante.

Asimismo, la estrategia del Libro Blanco establece entre sus objetivos que el uso de los automóviles de propulsión convencional en el transporte urbano habrá de verse reducido en un 50% en el año 2030, antes de su eliminación total en las ciudades en 2050.

Sin embargo, según los datos disponibles de Eurostat, el parque automovilístico no ha hecho más que crecer dentro de los límites físicos de los 4,2 millones de km2 de la UE-27.

Centrándonos en los coches de pasajeros, que son el tipo de vehículos de mayor uso, su número no ha abandonado la senda del continuo crecimiento. Si en 2010 existía un total de 211,3 millones de turismos, en 2021 el parque de estos vehículos ascendió a 253,3 millones. Por lo tanto, se ha producido un incremento acumulado del 19,9% en dicho periodo.

Asimismo, hay que anotar que, paralelamente, no se ha llevado a cabo la deseada implantación de coches eléctricos que facilite la eliminación de los coches convencionales dependientes de los combustibles fósiles. En 2021 el parque de coches eléctricos se cuantifica en solo 1,93 millones de unidades, es decir, apenas el 0,8% del parque total de turismos de la UE-27.

La presión que genera el crecimiento del parque automovilístico es palpable tanto en términos demográficos como territoriales.

En el primer caso, se constata que durante la última década el crecimiento del parque de coches de pasajeros ha sido superior al experimentado por la población de la UE-27. Como se observa en el siguiente gráfico, si tomamos como base de referencia el año 2010, el parque de turismos presenta en el año 2021 un valor índice de 119,9, que supera el 101,5 registrado por la población.

Si empleamos la ratio de número de coches de pasajeros por 1.000 habitantes, se concluye que su tendencia ascendente ha sido imparable hasta la actualidad. Para el conjunto de la UE dicho indicador ha aumentado desde los 480 coches por 1.ooo habitantes en 2010 hasta los 560 en 2020.

En el segundo caso, una primera evaluación de la presión del parque de coches sobre el territorio de la UE nos arroja que el número de coches por km2 se ha incrementado de 50 a 60 entre 2010 y 2021.

Descendiendo a un análisis por países, en el año 2021 los países de la UE con mayor número de coches de pasajeros son Alemania (48,5 millones), Italia (39,8 mill.), Francia (38,7 mill.), Polonia (25,9 mill.) y España (24,9 mill.). Estos cinco países concentran, por tanto, el 70% del total de coches de la UE.

Desde una perspectiva temporal, durante el periodo 2012-2021 en todos los países de la UE se ha incrementado el parque automovilístico de turismos, a excepción de Lituania, donde se ha reducido un 4,8%.

En términos relativos, la ratio de número de coches de pasajeros por 1.000 habitantes revela diferencias entre países. Los mayores valores se alcanzan en Luxemburgo (682), Italia (670), Polonia (664), Finlandia (652) y Chipre (645), que superan holgadamente la media de la UE (560). Por el contrario, los menores parques de coches de pasajeros por 1.000 habitantes se registran en Rumanía (379), Letonia (390), Hungría (403), Bulgaria (414) y Croacia (433).

Para más información:

Eurostat

Comisión Europea: Libro Blanco del transporte, 2011

La cigüeña en el verso de Rafael Alberti

El poeta español Rafael Alberti (1902-1999) dedicó con Nana de la cigüeña, perteneciente a su conocida obra Marinero en tierra, unos versos a esta ave.

En solo dos estrofas Alberti nos transmite su sensibilidad hacia el sencillo canto (el crotoreo) de las cigüeñas, que aún podemos encontrar en lo alto de los campanarios.

Que no me digan a mí
que el canto de la cigüeña
no es bueno para dormir.

Si la cigüeña canta
arriba en el campanario,
que no me digan a mi
que no es del cielo su canto.

Para leer más:

Rafael Alberti: Marinero en tierra. Editorial Seix Barral, Barcelona, 1985.

Una introducción a la Economía del Bien Común

2. Bialowieza_29.08.2016. Polonia

Son múltiples las crisis que atraviesa el actual sistema económico, conocido como capitalismo, que toman la forma de burbujas especulativas, desempleo, desigualdades, cambio climático o déficit democrático y de valores.

Ante esta realidad nace una alternativa, el modelo de Economía del Bien Común (EBC), que fue presentado por el economista austriaco Christian Felber en 2009. Los inicios del movimiento del bien común arrancan por aquel entonces con un pequeño grupo de empresas de Attac y ha ido extendiéndose a cada vez más empresas y ámbitos institucionales.

La esencia de la EBC se encuentra en la recuperación del verdadero concepto de la economía y su finalidad última. Ya Aristóteles diferenció claramente la oikonomía, cuyo objetivo es la “buena vida”, de la crematística, en la que la ganancia de dinero se convierte en el fin. Además, como queda expresamente recogido en las actuales Constituciones de los países democráticos, como las de España o Baviera, la riqueza y la actividad económica están supeditadas al interés general y han de servir al bien común.

En consecuencia, se hace necesario redefinir el concepto de éxito económico. El dinero no es el objetivo de la economía sino solo el medio. Ya no se trata de que las empresas persigan únicamente aumentar sus ganancias sino de que contemplen otras dimensiones no crematísticas.

Bajo el modelo de ECB, el nuevo objetivo de las empresas pasa a ser el bien común. Ello no impide que pueda existir un nexo entre beneficio y bien común ni tampoco implica que las empresas pasen a tener pérdidas. La novedad estriba en que ahora su balance financiero se convierte en balance de bien común. Se propone que la actividad de las empresas quede orientada por su contribución a los siguientes cinco puntos centrales, que definen el bien común:

  1. Dignidad.
  2. Solidaridad.
  3. Sostenibilidad ecológica.
  4. Justicia social.
  5. Participación democrática y transparencia.

Así, en la ECB se valora no solo si una empresa tiene beneficios financieros sino también, por ejemplo, aspectos como:

  • La utilidad de sus productos o servicios.
  • las condiciones laborales de sus trabajadores.
  • La oferta de productos ecológicos.
  • La venta ética.
  • la cooperación con otras empresas.
  • La distribución de los ingresos.
  • La igualdad de género.
  • La toma democrática de decisiones.

El paso del único balance financiero, que se mide en términos monetarios, al balance del bien común, requiere la aplicación de una nueva metodología que sustituye los conocidos indicadores de beneficio, rentabilidad y PIB por una serie de criterios e indicadores de actuación para evaluar el desempeño de las empresas en este nuevo paradigma.

Bajo el modelo de EBC, aquellas empresas que obtengan un mayor balance de bien común (que estará sujeto a auditorías) se encontrarán en disposición de disfrutar de más ventajas legales (menores impuestos, ayudas directas, aranceles más bajos…) que las que tengan menores balances.

Finalmente, hay que tener presente que en la economía del bien común seguirá existiendo la competencia, ya que no deja de ser una economía de mercado que se fundamenta en la empresa privada y el dinero como medio de cambio. Pero ahora con el modelo de EBC la cooperación ganará protagonismo: “las empresas no deben actuar unas contra otras, sino unas junto a otras, y, al hacerlo, deben al menos ser recompensadas por ello”.

Para leer más:

Christian Felber: La economía del bien común. Ediciones Deusto, Barcelona, 2015.

El amor al mar, en el verso de Rafael Alberti

El poeta andaluz Rafael Alberti (1902-1999) nos dejó en Marinero en tierra un profundo sentimiento de amor al mar, esa mar de la Bahía de Cádiz que lo vio nacer.

Traemos hasta aquí dos poemas de su conocida obra publicada en 1924.

EL MAR. LA MAR

El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad?

¿Por qué me desenterraste
del mar?

En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.

Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
GIMIENDO POR VER EL MAR

Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:

¡Ay mi blusa marinera!
Siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera.

Para leer más:

Rafael Alberti: Marinero en tierra. Editorial Seix Barral, Barcelona, 1985.

Las retamas, en el verso de Alonso Quesada

Cuando el dolor se instala en el alma la naturaleza puede aliviarlo.

Este pensamiento nos lo transmite el escritor canario Alonso Quesada (1886-1925) en un poema de su obra Los caminos dispersos.

El poeta, sumido en una nostalgia asolada, descubre cómo su ánimo pudo haber sido distinto si su conciencia hubiese captado todas las bondades de las retamas que aquella mañana primaveral se encontró en el camino.

¿El hogar laborado tiene un valor seguro?
Yo tengo ahora una perspectiva
de hogar en esta pura mañana.
Pero como mi palabra es casi muda
y cada vez más lejana,
seguirá el camino
sin la mano necesaria.

¡Ah, si hubiera puesto en mi conciencia
alguna vez el olor y la alegría
de estas maravillosas retamas
y no el viento arenoso
de una complicación disparatada!
¿Pues qué soy yo sino barro frágil,
y qué es mi cuerpo sino orza de barro
con miel de sueño en las entrañas...?

Para leer más:

Alonso Quesada: Poesía. Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 2013.